Procesos
En Agua Mineral San Benedetto creemos que, para poder reducir nuestra huella ambiental, primero hemos de ser capaces de cuantificarla. Y es que todo lo que se puede medir, se puede mejorar. ¿Cómo lo hacemos?
Nosotros usamos un sistema de cálculo ofrecido por el software SIMAPRO, certificado con estándares internacionales reconocidos como el GHG Protocol o la Norma ISO 14064. Sólo de esta manera podemos responder en consecuencia con soluciones que reduzcan de forma efectiva, cuantificable y medible nuestro impacto medioambiental.
En 2019 incorporamos a nuestro proceso productivo un sistema de gestión inteligente de los recursos hídricos que nos permite obtener y disponer datos en tiempo real. Este proyecto innovador fue seleccionado por El Observatorio de Innovación en Gran Consumo en el mismo año.
Se trata de una aplicación que, mediante la tecnología 4.0 y el IoT (“Internet de las Cosas”), conecta los pozos de agua y monitoriza las lecturas de los manantiales en remoto. El control de las métricas ―caudal, características bioquímicas del agua, lecturas microbiológicas― es inmediato y preciso, por lo que se facilita la gestión de los datos tratados a lo largo de todo el proceso productivo.
Gracias a ello, evitamos los desplazamientos físicos hasta los manantiales para la toma de datos, disminuyendo el impacto ambiental de los vehículos utilizados y el desperdicio de los recursos hídricos.
Tenemos un acuerdo con la comunidad de regantes local, avalado y tutelado por la Confederación Hidrográfica del Júcar, para aprovechar el agua sobrante de nuestro proceso productivo y canalizarla hacia los campos de cultivo de nuestro entorno. De esta manera, evitamos las perforaciones con fines agrarios, que ponen en peligro de sobreexplotación al acuífero, y aprovechamos la totalidad de los recursos hídricos.
El 100% de la energía eléctrica que consumimos en nuestras fábricas en España proviene directamente de fuentes 100% renovables.
Tenemos un acuerdo con Reciclatges Guerola S.L mediante el cual se garantiza que todos nuestros residuos internos de cartón y plástico son adecuadamente tratados (Ley 22/2011 de Residuos y Suelos Contaminados) para que estos se reincorporen, ya como materia prima, al circuito productivo, ofreciéndoles así una segunda vida.